¿Y si te dijera que las reglas con las que estás jugando en este juego llamado “vida”, no son las más adecuadas?
¿Existen otras reglas que podrían llevarte a la vida que deseas?
Desde pequeños hemos ido asimilando muy bien el concepto de “regla” o “norma”. Esto puede que se deba a la educación basada en normas que hemos tenido, al sistema social regido por leyes y preceptos o quizás tenga mucho que ver con una infancia inundada por el juego.
¿Aún recuerdas esas tarde de verano donde corrías como nunca habías corrido, tras escuchar en voz alta la cuenta atrás, para encontrar ese escondite donde poder asegurar que nadie te viera?
Yo si lo recuerdo. Que buenos tiempos.
Sin duda, momentos inolvidables.
Todo juego requiere de ciertas reglas para que tenga cordura y sentido. Las reglas de los juegos no están para poner las cosas más difíciles sino para definir el juego, para asegurar que sea divertido y organizado.
Se sincero/a, ¿no te morías de rabia cuando corrías como un condenando/a en busca del mejor escondite y te dabas cuenta que el que contaba había mirado antes de tiempo y tu esfuerzo ya no servía para nada porque ese magnífico escondite había sido descubierto?
Yo no lo soportaba, me ponía de una mala leche…, aunque tengo que reconocer que en alguna ocasión se me fueron a mi también los ojos. Pero bueno, eso ya es otro tema jaja.
Lo que quiero decirte es que las reglas del juego no están por estar, tienen su sentido. Son la esencia del juego. Establecen las condiciones y acciones para poder alcanzar con éxito el objetivo del juego, disfrutar al máximo e incluso poder ganar.
Son la esencia del juego.
¿Qué sería del Monopoly sin un orden a la hora de cobrar dinero de la banca? ¿Que sería del Monopoly si todos nos vistiéramos de Rato y pudieramos usar las famosas tarjetas black con la banca?
Sería un verdadero desastre y rara vez podrías entender, aprender y disfrutar del juego.
Pero escucha.
En el juego, lo importante no es la regla en sí, lo importante es conocerla con exactitud y saber aplicarla adecuadamente. De lo contrario de poco serviría.
¿Eres consciente de que ahora mismo estás jugando a un juego de gran importancia donde estás arriesgando mucho?
¿No sabes de qué te hablo?
Te hablo de la vida.
No estoy diciendo que tu vida sea un juego, pero sí que necesitas aplicar unas reglas en tu vida para poder obtener los resultados que tú deseas. Pero estas deben ser las correctas, de lo contrario puede ser catastrófico.
Te estás jugando tu felicidad, tus metas, tus sueños.
¿Acaso no requiere de nuestro mayor esfuerzo e interés este tema?
Yo creo que sí. Hay mucho en juego.
A continuación voy a mostrarte 5 reglas que podrás aplicar y utilizar en tu vida para alcanzar aquello que deseas.
No olvides que el mal uso de estas podrá robarte mucho.
¿Robarme?
Si, robarte tiempo, energía, fuerzas, ilusión, esperanza, fe, sueños, tiempo, amor, felicidad…
Empecemos...
Regla nº1. Importa lo que tu digas de ti mismo, no lo que digan los demás.
Basta de dar a otros las riendas de tu autoestima. Basta en creer lo que otros digan de ti. ¿Acaso te conocen?
Muchas veces son las personas menos cercanas e importantes las que nos etiquetan, y lo sorprendente es que amablemente aceptamos que nos hablen así, abrazando con victimismo esas creencias mortíferas sobre nosotros mismos.
Necesitas aprender a ser consciente y cambiar tu diálogo interno.
¿Consciente de que?
Pues consciente de quien eres realmente. Una persona única y con valor propio.
Tú eres el/la responsable de tu vida, tu eres quién te construyes a ti mismo/a, quién define quién eres realmente, quién conoce tus capacidades, virtudes y errores.
Existen muchas personas que se resignan a vivir con el concepto que otros le asignaron en su niñez, adolescencia o juventud. Esto te limitará, será un techo que han impuesto encima tuya.
Recuerda, que habrá momentos en que lo único bueno que escucharás de ti es lo que tú te digas a ti mismo.
Regla nº2. Tus pensamientos y emociones pueden ser controladas
Basta de creer que somos seres emocionales y que eso justifica actuar básicamente con nuestras emociones.
Lo siento pero no nos justifica. Puedes perder el control de tu vida actuando explosivamente con pensamientos y emociones mal gestionados.
Según estudios científicos, se estima que tenemos unos 60.000 pensamientos diarios, eso es más de 40 pensamientos por minuto, y la mayoría son negativos, repetitivos y del pasado.
¿Acaso esto no se puede controlar?
¿Estamos condenados a ser marionetas de nuestros pensamientos, mayormente negativos?
Para nada.
El Ser humano tiene la capacidad de controlar y gestionar sus pensamientos, y en consecuencia sus emociones.
Necesitamos un equilibrio integral en nuestras vidas. Y al igual que es posible el equilibrio físico y espiritual, también se puede alcanzar el equilibrio emocional.
Pero esto conlleva tiempo, esfuerzo, y sobre todo conciencia, al igual que lo requiere nuestro cuerpo si queremos manteneros sanos y fuerte.
Pero puedes estar preguntándote, ¿Y cómo controlo mis pensamientos?
Pues te diré que una de las maneras para hacerlo es a través del hábito, bueno mejor dicho, del buen hábito.
Aprender a interrumpir los pensamientos negativos es un buen hábito para tomar el control de lo que pasa por tu cabeza.
Interrumpe esos pensamientos que quieran desestabilizar tu día a día aplicando una acción contraria a ese pensamiento negativo.
Te voy a poner un breve ejemplo para que puedas entender eso de "interrumpir el pensamiento".
Imagínate que estas en el sofá de tu casa, bien tranquilo/a, y ves en la estantería un libro de gran interés para ti y que además te apetece leer y te encuentras con un pequeño problema.
El libro está más alto de lo que te creías, por lo que te levantas, empiezas a estirarte para poder cogerlo y cuando te ves de puntillas y más estirado/a que un chicle sin lograr alcanzarlo, te viene a la cabeza: "déjalo ya, eres demasiado torpe y patoso/a, y seguro que tiras todo como siempre"
Lo que tienes que hacer es dejar de estirarte y volver al sillón si no quieres armar una buena cuando veas la estantería encima de ti, ¿verdad?, pues no.
Lo que debes hacer es interrumpir ese pensamiento, y buscar la acción contraria a eso que te dice que eres incapaz. Deberás buscar las maneras que existan para coger ese libro y poder disfrutar de él. ¿Acaso no era lo que tu querías hacer?
Recuerda que tus afirmaciones constantes se convertirán en tus creencias.
Recuerda que tus afirmaciones constantes se convertirán en tus creencias.
Regla nº3. Necesitas pagar el precio que requiere tu sueño
Basta de creer que nuestros sueños solo son ilusiones. Lo sueños son alcanzables para aquellos que creen y actúan.
Tu sueño dejara de ser una ilusión cuando estés verdaderamente dispuesto/a a pagar el precio por él.
Tu sueño tiene un precio, quizá sea tiempo, esfuerzo, entusiasmo, esmero, fe, constancia, perseverancia o paciencia.
“Disciplina es pagar el precio para traer esa visión a la realidad. Es abordar los hechos duros, pragmáticos y brutales de la realidad y hacer lo que haga falta para que ocurran las cosas. La disciplina surge cuando la visión se une al compromiso" Stephen Covey
Mi pregunta para ti es la siguiente, ¿es suficientemente significativo e importante ese sueño, que llevas visualizando y anhelando tantos años, como para invertir el tiempo y todo aquello que se requiera para convertir esa ilusión en un sueño real?
La decisión solo es tuya. Y recuerda que solo tú eres responsable de conseguirlo o no.
Si quieres saber más sobre cómo alcanzar tus sueños lee el artículo "Cómo alcanzar tus metas" y descárgate la tabla gratuita.
Tu sueño dejara de ser una ilusión cuando estés verdaderamente dispuesto/a a pagar el precio por él.
Regla nº4. No tienes tiempo y tampoco excusas
Basta de creer que tienes todo el tiempo del mundo y que además tienes las excusas perfectas para no cambiar, seguir como estás y además tomarte el “derecho” de quejarte ante la situación que te encuentras.
Si hay algo de lo que no disponemos es de tiempo. Es por eso que necesitas aprovechar cada minuto del que dispones para hacer posible la vida que quieres y deseas, porque es posible, echando fuera de tu vida uno de nuestros mayores enemigos, las excusas.
Aprovecha las oportunidades que tienes delante, y si no tienes oportunidades, créalas.
“El que realmente quiere hacer algo conseguirá un medio, el que no, una excusa” Stephen Dolley
Regla nº5. No solo estamos aquí para sufrir sino para disfrutar
Basta de creer que solo estamos en esta tierra para sufrir, porque además de eso también podemos disfrutar.
Es cierto, que se sufre en la vida, no niego esta realidad. Pero no todo se queda ahí.
No todo es sufrimiento. Hay más. Mucho más.
El agradecimiento te permitirá ver esta realidad.
Y es cierto, que en ocasiones, y doy fe de ello, situaciones muy dolorosas se presentan sin previo aviso e incluso somos golpeados de tal manera que parece que nos quedemos sin oxígeno.
Y cuando nos encontremos en situaciones como esas necesitaremos nuestro tiempo para ir gestionando y sobrellevando ese duro proceso.
Y está bien, es necesario que tomes el tiempo que necesites si te encuentras en una tormenta o en pozo cenagoso. Pero levántate y no te creas que tu vida será por siempre así.
Ese proceso, es un proceso natural del cual tendrás que poner mucho de tu parte para salir y si necesitas ayuda, pídela.
Pero mientras caminas, recuerda y se agradecido/a por lo que hoy tienes.
Porque eso que tienes, eso de lo cual puedes estar agradecido/a es lo que te va a permitir disfrutar mientras caminas este camino llamado “vida” y poder ver lo dichoso/a que eres con lo que tienes y eres.
“Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio” Paulo Coelho
¿Y tu estas dispuesto/a cambiar tus reglas y luchar por lo que quieres?
¿Juegas con estas reglas o con otras? ¿Conoces alguna regla más?
Cuéntamelo en los comentarios. Te contestaré encantada 😉
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